27/11/06

Leyendo como (todo) dios




Google Maps apareció y millones de ojos se pusieron a ver la tierra, todo un dios omnipresente.

En poco más de año y medio ya han surgido hábiles adoradores que, renovando viejos ritos, buscan la aprobación de los cielos.

Ahora ser dios es fácil. Y ayuda a resolver poderosos misterios, por ejemplo el de una capital de España tantas veces sólo conocida por ese equipo de fútbol. El aparente absurdo se desvela al descubrir que la ciudad, premonitoriamente, llevaba ya años consagrada a los dioses lectores del cielo: "real madrid" es lo único que se puede leer si miramos la capital desde las alturas...

Tantas son ya estas pequeñas divinidades de satélite, que no ha tardado mucho en construirse un alfabeto para ellas. Desde Honolulu a Calgary, edificios enteros sirven de piezas para una imprenta de atlantes.

Son dioses que recuerdan a los del mundo clásico en sus apetitos humanos. Sexo, comida y juegos les son ofrecidos en sacrificio, a la vez que se transforma la tierra para sus ojos.

Algunos de ellos incluso han invertido el ritual y se divierten buscado en los trazos un vestigio de las deidades que les precedieron.

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Y al rato me planteo... viendo el carácter y el número de ídolos que se apropian de la tierra para dibujarla, ¿no será que los verdaderos dioses se han adueñado finalmente del planeta, justo después de habernos expulsado a nuestros olimpos virtuales?


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imágenes
1. líneas de Nazca.
2. "Jesucristo" encontrado en una duna.
3. ICP grafitero en San Francisco.
4. Estadio Santiago Bernabéu, Madrid.
5. Cubierta de la revista Maxim, Nevada, EEUU.
6. Logotipo de Kentucky Fried Chicken, Nevada, EEUU:


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de la portada de Maxim me parece increible, pero increiblemente Vegas - donde nada sorprende ya. Pero lo de Kentucky? What a colossal waste of time. Mejor seria crear un enorme version de "donde esta waldo" a lo bestia y jugamos desde el aire.
Si no, me quedo con Jesus. Esta manana le vi en las hojas de mi te.

ignacio dijo...

Vernos desde el aire nos hace angustiosamente más pequeños. ¡Muy atractiva reflexión e interesante reportaje!. Es duro reconocer aquel ridículo y tan limitado espacio cotidiano en el cada uno de nosotros se mueve.
Sentirnos tan pequeños y humillados por la escala produce sensación de vacío. Pero lo más jodidamente duro de todo este asunto es el retrato que nos devuelve de nosotros mismos el satélite. Quizás mejor ni pensarlo, marean las alturas.
El colmo de este asunto sería que la coca-cola consiguiese proyectar utilizando como soporte luminoso en los días de luna llena su logo...
La vista área que siga siendo para pájaros o dioses... Y nosotros a seguir disfrutando de nuestra ridícula escala.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el blog.
Bonita reflexión.